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Cuando salí de la Habana, ¡Válgame
Dios!
Nadie me ha visto salir si no fui yo,
y una linda guachinanga sí, allá voy yo,
que se vino tras de mí, ¡Que sí, señor!
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Si a tu ventana llega una Paloma,
trátala con cariño que es mi persona.
Cuéntale tus amores, bien de mi vida,
corónala de flores que es cosa mía.
¡Ay! ¡Chinita que sí! ¡Ay! ¡Que dame tu amor!
¡Ay! Que vente conmigo, chinita, a donde vivo yo!
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El día que nos casemos ¡Válgame
Dios!
En la semana que hay ir, me hace reír,
desde la Iglesia juntitos, que sí señor,
nos iremos a dormir. Allá voy yo.
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Si a tu ventana llega una Paloma,
trátala con cariño que es mi persona.
Cuéntale tus amores, bien de mi vida,
corónala de flores que es cosa mía.
¡Ay! ¡Chinita que sí! ¡Ay! ¡Que dame tu amor!
¡Ay! Que vente conmigo, chinita, a donde vivo yo!
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Cuando el curita nos eche la
bendición
en la iglesia Catedral allá voy yo,
yo te daré la manita con mucho amor
y el cura dos hisopazos. ¡Que sí, señor!
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Si a tu ventana llega una Paloma,
trátala con cariño que es mi persona.
Cuéntale tus amores, bien de mi vida,
corónala de flores que es cosa mía.
¡Ay! ¡Chinita que sí! ¡Ay! ¡Que dame tu amor!
¡Ay! Que vente conmigo, chinita, a donde vivo yo!
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Cuando haya pasado tiempo ¡Válgame
Dios!
De que estemos casaditos pues sí señor,
lo menos tendremos siete, ¡Y que furor!
O quince guachinanguitos…
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Si a tu ventana llega una Paloma,
trátala con cariño que es mi persona.
Cuéntale tus amores, bien de mi vida,
corónala de flores que es cosa mía.
¡Ay! ¡Chinita que sí! ¡Ay! ¡Que dame tu amor!
¡Ay! Que vente conmigo, chinita, a donde vivo yo!
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